En general si uno dispone de espacio, se va tendiendo cada vez más a boxes independiente o dobles, con un pequeño patio exterior para que el caballo se ejercite de manera natural. Tienen además la ventaja de la limpieza ya que la mayoría de los caballos al permanecer la mayor parte del tiempo fuera, no ensucian el interior, manteniendose siempre seco, incluso en épocas de lluvia prolongada. En invierno hay quien los encierra durante la noche para resguardarlos algo del frio y mantener un pelaje más lustroso.